EXXXPLOTACIÓN
por Jimena Navarro Flores
Recientemente Pornhub borró dos tercios de su contenido como consecuencia a las presiones que desató la publicación del artículo The Children of Pornhub, escrito por el periodista Nicholas Kristof para el New York Times. El artículo escrito el pasado 4 de diciembre, denunció la difusión de violencia sexual y pornografía infantil en el contenido de dicha página web.
Según los datos de la campaña Traffickinghub liderada por la activista Laila Mickelwait, Pornhub recibe 115 millones de visitas cada día– lo que coloca a la plataforma en el top 10 de los sitios web más visitados- y sube a su plataforma 6 millones de videos nuevos cada año. Los videos porno gratuitos componen hoy el 95% de lo que se ofrece dentro de la industria, ya que con la llegada del internet y consecuentemente de la piratería del porno, este se volvió más accesible y anónimo para los usuarios. Todo esto además de precarizar aún más el trabajo de las actrices, quienes han sido sometidas y aceptan prácticas que antes los productores no se hubieran atrevido a proponer.
El documental Pornocracy (2017) nos explica que los sitios gratuitos buscan generar una audiencia que sea atraída a plataformas de paga o suscripciones adicionales y para generar más ganancias evaden impuestos, si buscamos estas empresas todas caen dentro de lagunas legales, y son conocidas como “paraísos fiscales”. Una empresa con publicidad en Times Square, se supondría que debería ser legítima.
El mayor imperio de la industria pornográfica Mindgeek opera en Canadá y es dueño de más de 100 páginas porno, productoras y marcas como Playboy. Es por esto que Kristof cuestiona en su artículo al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien se autodenomina como feminista y se enorgullece de los esfuerzos de su gobierno por empoderar a las mujeres. “Así que, una pregunta para Trudeau y todos los canadienses: ¿Por qué Canadá alberga una compañía que produce videos de violaciones en el mundo?”
La pornografía ha sido llamada (sobre todo por el movimiento feminista) como la pedagogía de la violación; ya que, “lo que se aprende a través de la ‘escuela’ del porno es que las mujeres son objetos sexuales al servicio del deseo ‘incontrolable’ del varón. Con ello aprenden también que las mujeres disfrutan al ser violentadas.” (Gurrola, 2020)
Indiscutiblemente hay una relación de poder bastante desigual, y en un mundo que lucha por la equidad de género, el respeto y el empoderamiento de las mujeres, no podemos concebir esta industria, así que en mi opinión, no existe la pornografía feminista.Un claro ejemplo es la plataforma OnlyFans, la cual ha sido popularizada bajo la premisa del “empoderamiento” y el mito de la libre elección. “La construcción política de la diferencia sexual y la feminización de la pobreza operadas por el orden contractual nos adscriben a las mujeres a la mercantilización de nuestros cuerpos como modo de poder realizarnos como mujeres –nunca como personas libres- y de poder prosperar económicamente” (de la Fuente, 2019)
También es importante señalar que la pornografía “está sometida a la misma correlación de fuerzas que el resto de explotaciones ejercidas sobre las mujeres y, consecuentemente, encuentra protección en las instituciones patriarcales capitalizadas encargadas de velar por la salvaguarda y la preservación del patrimonio cultural de la violación.” (de la Fuente, 2019). Lo cual es fácil de entender desde la ideología de que el sistema patriarcal es capitalista y se encarga de lucrar con la explotación de los cuerpos mercantilizados de las mujeres. Por lo tanto, esta industria ha crecido muchísimo gracias al apoyo de los gobiernos que se hacen de la vista gorda con este tipo de situaciones donde se lucra con la miseria, abusos sexuales, pedofilia, tráfico de personas, etc. Y no solo por una cuestión económica, sino también por un pacto patriarcal y por la normalización de un mundo machista.
Nicholas Kristof entrevistó a un moderador de contenido de Pornhub -quienes justo se encargan de revisar que no se violen los términos y condiciones del sitio web- y dijo que Mindgeek cuenta con alrededor de 80 moderadores (Facebook cuenta con 15,000) y que realmente su trabajo era dejar pasar la mayor parte de contenido (obviamente, a costa de lo que se ha denunciado anteriormente en el artículo).
Si ha sido tan difícil comenzar esta denuncia donde la opinión pública legitima abiertamente que el abuso sexual y la pedofilia son situaciones inaceptables, -a pesar de que la misma sociedad consuma estos contenidos- ¿cuánto tiempo faltará para crear conciencia de que esta industria también lucra a costa de condiciones de trabajo terribles y engañosas? Como dijo Ismael López, escritor del libro Escúpelo, “y es que resulta que cuando firmas un papel, una agresión sexual se convierte en algo discutible” (López Fauste, 2019).
El poco respeto para quienes se dedican como actores o actrices en este oficio (sobre todo para las mujeres), provoca que las denuncias que se hacen a la industria, se tomen con poca importancia o desde una perspectiva prejuiciosa.
EL SIGUIENTE PÁRRAFO CONTIENE DESCRIPCIONES EXPLÍCITAS
Además, la drogadicción que existe en la industria y que aún sigue siendo un estigma en la sociedad, también desmerita las denuncias de la comunidad porno; lo que poco se dice (porque sí se sabe), es que este consumo es para sobrellevar prácticas como penetraciones en grupo que suelen provocarles hemorragias vaginales a las actrices, o que el uso de fármacos es común para que los hombres puedan mantener erecciones durante grabaciones de hasta 10 horas, o que durante escenas de sexo anal los y las actrices toman pastillas para relajar los músculos del recto y aguantar hasta 3 o más penetraciones simultáneas.
Otro tipo de violencia sexual que se sufre dentro de la industria, es la exposición de las y los actores a ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual). Las mismas asociaciones de estrellas porno impulsaron una ley en Estados Unidos que les obligaba a usar condones durante los rodajes, pero las productoras se manifestaron en contra de esto y se vieron obligados a trabajar en las mismas condiciones insalubres, además de romantizar y normalizar el sexo sin protección.
Por otro lado, la pandemia por Coronavirus provocó el aumento exponencial del consumo de pornografía. En este contexto, Pornhub informó en sus estadísticas sobre Coronavirus, que el pico de incremento máximo fue de 24.4 % y sucedió el 25 de marzo, justo después de que ofrecieran la membresía Premium de Pornhub totalmente gratuita. Su justificación fue alentar a las personas a quedarse en sus casas y distanciarse socialmente. Bastante oportunista e hipócrita por parte de una industria que se ha encargado de encubrir ETS para evitar que sus estrellas porno queden fuera del negocio –y de sus ganancias- provocando epidemias dentro de su comunidad que han dejado un alto número de muertes.
Estas son algunas de las causas explícitas del lado obscuro de la industria pornográfica, pero también hay que cuestionar y profundizar en lo que representa; como también nos explica Laura de la Fuente (2019), el consentimiento es el vehículo por el cual externamos nuestro deseo sexual, y este “consentimiento” es derrotado cuando hablamos del sexo como mercancía, porque deshumaniza al crear una disociación entre el cuerpo y la mente de las actrices.
Este artículo no está escrito desde una perspectiva prohibicionista del porno -no porque esté de acuerdo con su existencia, sino porque creo que esto no solucionaría el problema- pero sí de conocer lo que consumimos, lo que realmente ocurre detrás de las cámaras, cómo y a quiénes afecta, y a quiénes beneficia realmente.
La campaña Traffickinghub está recaudando firmas para solicitar el cierre de Pornhub. Si te interesa firmar la petición puedes ingresar al sitio web: https://traffickinghubpetition.com. Taina Bien-Aimé, Directora Ejecutiva de la Coalition Against Trafficking in Women, expresó que:
“El llamado al cierre de Pornhub no se basa en una cuestión moral, de religión u opinión; se fundamenta sobre principios universales de derechos humanos y el derecho a una vida sin violencia. Pornhub está ganando miles de millones de dólares, enriqueciéndose a costa de la violencia sexual ejercida contra las personas más vulnerables del mundo, su explotación y deshumanización; todo ello con impunidad”
Para finalizar, me quedo con esta reflexión que me parece maravillosamente visionaria:
“Y si habría de haber sexo grabado para enseñar un modelo de sexualidad libre e igualitario o estimular el deseo sexual de mujeres y varones, en ningún caso las personas intervinientes en dicha práctica obtendrían ventaja económica alguna, lo que únicamente dejaría la puerta abierta a una plataforma pública sin ánimo de lucro que albergara videos sexuales caseros realizados y remitidos con la aprobación de las partes interesadas en realizar tal liberalidad de su intimidad al acervo cultural del sexo.” (de la fuente, 2019)
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Pornhub. (2020). Coronavirus Update – June 18 – Pornhub Insights. Pornhub.com. Retomado el 20 de diciembre del 2020, de: https://www.pornhub.com/insights/coronavirus-update-june-18
López Fauste, I. (2019). La Cara Oculta del Porno en España | Ismael López Fauste | TEDxAlco [Video]. Retomado el 21 de diciembre del 2020, de: https://www.youtube.com/watch?v=MK56bm5Rua4.
Diggity Marketing. The Tech Companies That Have Had the Biggest Impact on Society in the 21st Century. Diggity Marketing. Retomado el 20 de diciembre del 2020, de: https://diggitymarketing.com/most-influential-tech-companies-2020/
de la Fuente, L. (2019). Por qué la pornografía no puede ser feminista. El Plural. Retomado el 23 de diciembre del 2020, de: https://tribunafeminista.elplural.com/2019/11/por-que-la-pornografia-no-puede-ser-feminista/
Traffickinghub. (2020). Haz que Pornhub cierre y llama a cuentas a sus ejecutivos por contribuir a la trata de personas. Traffickinghub.com. Retomado el 23 de diciembre del 2020, de: https://traffickinghub.com/es/#press
Ovidie. (2017). Pornocracy: The new sex multinationals [Video]. Retomado el 23 de diciembre del 2020, de: https://www.primevideo.com
Gurrola, S. (2020). La pornografía en tiempos del COVID-19. Radiolatinamerika.no. Retomado el 23 de diciembre del 2020, de: https://www.radiolatinamerika.no/noticias/noruega/3240-la-pornografia-en-tiempos-del-covid-19
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