Tapachula, el otro infierno
por Jimena Navarro Flores
El fin de semana del 28 de agosto se viralizaron algunos videos en los cuales se observaban agentes de la Guardia Nacional (GN) y del Instituto Nacional de Migración (INM) haciendo uso de fuerza excesiva para reprimir una caravana migrante en el frontera sur de México; incluso en uno de los videos se puede observar a un agente del INM que pisa y patea la cabeza de un migrante.
A pesar de lo anterior y de la crítica nacional e internacional que esto ha generado, este violento operativo fue observado días después con la segunda, tercera y cuarta caravana migrante. El 2 de septiembre, capturaron en Chiapas a medio centenar de migrantes, en medio de agresiones físicas a los medios de comunicación, para impedir que documentaran las detenciones (EDUCA, 2021).
Sus llamados “protocolos de contención” han violado derechos humanos y se puede observar claramente la estrategia de este tipo de operativos en los que su objetivo principal son las personas más vulnerables, mujeres e infancias.
“Participan haitianos, hondureños, salvadoreños, venezolanos, cubanos. Familias completas. Madres con sus hijos. Niñas y niños que viajan solos. En todos los casos, la respuesta ha sido la misma: agresiones, persecuciones y detenciones y deportaciones en masa. En los operativos hay discriminación, racismo y xenofobia” (García, 2021).
Es importante mencionar que estas migraciones han sido desplazamientos forzados en busca de una mejor vida a la que tienen en sus países –sobrevivencia–. Lo que hace que no solo sean inmigrantes, sino también personas refugiadas y solicitantes de asilo, algunas con trámites sin respuesta por parte del gobierno mexicano; esta situación burocrática, más toda la violencia anteriormente señalada, es un claro ejemplo de revictimización por parte del Estado.
El gobierno mexicano tiene una “tradición en favor del refugio” mencionó el canciller Marcelo Ebrard, respecto a la llegada de las 391 personas refugiadas de Afganistán. Sin embargo, en contraste con la acogida de afganos y las personas que huyen de Centroamérica, mencionó “hay que dejar en claro la diferencia entre los migrantes económicos y las personas que buscan refugio y asilo” (Guillén, 2021). Esto nos deja en claro que esta política de bienvenida de la que se jacta México es totalmente discriminante e hipócrita.
Las personas que huyen de Centroamérica lo hacen por varias razones, muchas de ellas económicas, no tener que comer también es huir por tu vida, además de que la crisis económica también provoca violencias, crisis sociales y políticas; no hay mejor evidencia de esto que estas regiones.
El presidente de México, Andres Manuel López Obrador se ha autodenominado humanista; es decir, en defensa de la dignidad humana, pero como podemos ver esto no ha sido así durante su sexenio y cabe resaltar que no es propio de su gobierno, ya que las políticas de Estado mexicanas siempre han sido represivas.
En 2014, el gobierno de Enrique Peña Nieto, presionado por la administración de Obama, instauró el Programa Frontera Sur, un programa enfocado en detener y deportar a migrantes tratando de llegar a Estados Unidos por la frontera sur. Tan solo en el primer año del programa, aumentó el número de migrantes detenidos en el sur del país en un 323 %. Esto no cambió con la llegada de López Obrador. De acuerdo al Wall Street Journal, las detenciones de migrantes de marzo de este año son más del doble de lo que fueron el año anterior y las deportaciones han aumentado en un 65 %. (Gerson, 2021).
Por esto mismo, no podemos dejar de lado que todas las administraciones estadounidenses han ejercido un importante papel de presión sobre México, porque la mayoría de las y los migrantes que llegan a México buscan seguir un camino hacia nuestro vecino del norte. Impulsando a México a “violar sus leyes nacionales y obligaciones internacionales con respecto a los refugiados y solicitantes de asilo.” (Krauze, 2021)
“Y mientras México se debate en violencia perpetrada por la delincuencia organizada, AMLO usa a la Guardia Nacional y a los agentes de migración para garrotear a los “intrusos” sin importarles que sean mujeres y niños.” (Rodríguez, 2021) Lo que deja en claro que la política de “abrazos no balazos” va solo dirigida a conveniencia del gobierno.
“La política de represión lleva a la militarización de la frontera y permite que el Estado invierta en infraestructura para detener migrantes, en tecnología para encontrarlos, y en personal para acecharlos” (Krauze, 2021)
Por otro lado, Chiapas pertenece al sur global, es decir, es el estado más pobre de México y el gobierno mexicano ha provocado que esta crisis histórica en Chiapas se agrave, al tener que lidiar con un enorme flujo migratorio que se queda estancado en el estado por la ineficiencia de la COMAR para atender sus trámites. Según datos de la propia Comisión, Chiapas concentra 72 por ciento de las solicitudes de refugio en el país, haciendo mucho más vulnerables a las y los migrantes desplazados –a ser detenidos, deportados y a vivir en un lugar que enfrenta problemas de miseria y desempleo–, lo que desencadena racismo en el estado. Además la delincuencia organizada ha aprovechado estas situaciones para la trata de personas y explotación.
“La Guardia Nacional de México parece estar decidida a impedir que los solicitantes de asilo salgan del sur pobre de México, aunque eso amenace la estabilidad de la región o, peor, termine produciendo un estallido xenófobo y racista.” (Krauze, 2021)
La COMAR y el INM tienen que mejorar su capacidad para llevar a cabo los procesos de asilo y garantizar los derechos humanos de estas personas para que tengan un desplazamiento seguro, además de no centralizar su ubicación en Chiapas y reubicarlos a lo largo del país para que lleven a cabo sus trámites; desechar la militarización de la zona fronteriza porque la Guardia Nacional no está capacitada para estos procesos y porque migrar no es ningún delito y no menos importante, empezar a escuchar a estas personas, sus necesidades e historias para dejar de promover opiniones como las que tiene el canciller mexicano y tener un verdadero enfoque humanitario.
¡Por una migración digna!
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Foto: Web – Libertad bajo palabra
EDUCA. (2021). Denuncian represión en nueva cacería de migrantes, así como agresiones a la prensa y activistas – EDUCA. educaoaxaca.org. Retomado 7 de septiembre del 2021, de https://www.educaoaxaca.org/denuncian-represion-en-nueva-caceria-de-migrantes-asi-como-agresiones-a-la-prensa-y-activistas/.
García, J. (2021). La pesadilla de la represión rompe las ilusiones de una nueva vida: las caravanas migrantes son atacadas con violencia por las autoridades en México. RT en Español. Retrieved 7 September 2021, from https://actualidad.rt.com/actualidad/403065-pesadilla-represion-vida-migrantes-violencia-mexico.
Guillén, B. (2021). México recibe a 124 periodistas y sus familias tras ayudarlos a escapar de Afganistán. El País. Retrieved 7 September 2021, from https://elpais.com/mexico/2021-08-25/mexico-recibe-a-124-periodistas-y-sus-familias-tras-ayudarlos-a-escapar-de-afganistan.html.
Krauze, L. (2021). Hay una crisis de violencia y racismo al sur de México que necesita atención urgente. The Washington Post. Retrieved 8 September 2021, from https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2021/09/01/tapachula-chiapas-video-migrantes-violencia-racismo-mexico/.
Rodríguez, C. (2021). Por “humanismo” AMLO reprime a migrantes en el sur. Libertad Bajo Palabra. Retrieved 8 September 2021, from https://libertadbajopalabra.com/2021/09/06/por-humanismo-amlo-reprime-a-migrantes-en-el-sur/.
Gerson, P. (2021). Nuestra política de represión. Animal Político. Retrieved 8 September 2021, from https://www.animalpolitico.com/migraciones/nuestra-politica-de-represion/.